Una simple imagen bastó para que los seguidores la castiguen. Los reproches llegaron por su pelo, por un trago que estaba tomando y, sobre todo, por Icardi.
A falta de enemigos, Wanda Nara se ganó miles más. Y esta vez no se trata de cuestiones relacionadas con la moda o las revistas del corazón. En su rol de mánager de Mauro Icardi, la rubia anduvo por Londres con la presunta intención de negociar un contrato multimillonario con el Arsenal, y a los hinchas del Inter -actual equipo del delantero- no les gustó nada.
“Trate de no crear problemas, Icardi es nuestro capitán y no se vende”, “dejá que siga Mauro” y varios mensajes irreproducibles le exigieron que no se lleve al goleador a Inglaterra.
Pero eso no fue todo. La foto en la que posó junto a Ana Rosenfeld, a la que definió como su propia “abogada hot”, exasperó a los seguidores. El pelo, como de costumbre, fue criticado, pero algunos percataron un detalle más: luego de confirmar su embarazo, Wanda apareció tomando un trago aparentemente con alcohol. “Recordá que estás embarazada”, le dijeron.