El conjunto dirigido por Tabárez enfrentará a Egipto, dirigido por el argentino Héctor Cuper y con Mohamed Salah en el banco.
Con la camiseta de favorito y su dupla de ataque Suárez-Cavani afilada arranca el viernes el Mundial 2018 para Uruguay, enfrentando a un Egipto que tendrá en el banco de suplentes en el debut a su gran estrella, Mohamed Salah.
Uruguay dejó en la mañana del jueves su remanso de paz en Nizhni Nóvgorod -donde levantó su campamento base- para instalarse en Ekaterimburgo. Allí este viernes, desde las 9 horas, comenzará a medir sus posibilidades en una Copa en la que se permite soñar.
Ante Egipto el equipo charrúa tiene el desafío de quebrar su historia y empezar con el pie derecho su camino mundialista. En Brasil una sorpresiva derrota inicial ante Costa Rica puso a prueba al equipo, un plato que no quieren repetir en Rusia.
El debut es el partido “más importante porque depende cómo comiences para saber cómo encarar lo que viene”, en el Grupo A que completan Arabia Saudí y Rusia, advirtió José María Giménez, pilar junto a Diego Godín de la defensa de Uruguay.
Un triunfo en el arranque afirmaría las sensaciones de un equipo sudamericano que sin ser uno de los grandes candidatos al título admite que tiene armas para soñar en una Copa del Mundo que emule o supere su andar en Sudáfrica 2010, donde alcanzó el cuarto puesto, también con Tabárez como director técnico.
El ‘Maestro’ aseguró este jueves que Egipto es “el mejor equipo de África” y tiene en Salah a un jugador de clase mundial. “Nosotros modestamente vamos a tratar de controlar todas sus virtudes e imponer algunas de las nuestras”, agregó el timonel.