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Una familia necesitó $ 14.500 en abril para no ser pobre

La Canasta Básica Total (CBT) registró una suba de 2,91% y acumuló en el cuatrimestrre un alza del 10,22%. En tanto, para no ser indigente, una familia precisó un ingreso de 5.918,80 pesos.

Una familia tipo integrada por dos mayores y dos menores de 6 y 8 años, necesitó en abril percibir ingresos por $ 14.501 para no caer debajo de la línea de la pobreza, y $5.918 para adquirir los alimentos mínimos para subsistir y no ser considerados indigentes, según el último informe elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Estos valores de la Canasta Básica Total (CNT) que fija el umbral por debajo del cual se cae en la pobreza, y de la Canasta Básica Alimentaria (CBT) que marca el de indigencia, marcaron en abril una suba de 2,91% y 2,07% respecto a marzo pasado, respectivamente.

En base a los números informados por el Indec con anterioridad, el 30,3% de la población del país se encontró comprendido dentro de la línea de pobreza al cierre del segundo semestre de 2016, por debajo del 32,2% registrado en el primer semestre de ese año.

Dentro de este 30,3% de pobres, hay un 6,1% que son indigentes, es decir, cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes, también por debajo del 6,3 por ciento de la medición anterior.

El investigador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Eduardo Donza, aseguró que la pobreza en el país es “estructural” y opinó que “no se soluciona sólo con programas sociales”.

Donza afirmó: ” Ya veníamos con niveles altos de pobreza. A nivel general del país, en la última medición que hicimos, en 2015, nos dio un 29 por ciento y hace varias décadas que no bajaba de 28 o 29%”.

“En 2016, se agrava levemente la pérdida de puestos de trabajo y la calidad del empleo. Si uno compara la salida de la crisis de la convertibilidad, había un 52% de pobreza. Disminuyó hasta cerca del 28 o 29 por ciento en 2008 o 2009”, agregó el especialista.

“De ahí en más, no mejoró más porque es el mercado de trabajo el que no evolucionó. Estamos en presencia de una pobreza estructural, que no se soluciona sólo con programas sociales, que hay que continuar”, concluyó Donza.

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