Negociación donde empresas y trabajadores esperan respuestas complica a usuarios que se quedan sin colectivos durante ocho horas.
El particular paro nocturno del transporte urbano, que comenzó el lunes con la modalidad de 22 a 6 el pasado lunes dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a nivel nacional, con Córdoba incluida, cumple una semana.
A la espera de que la federación de empresarios del interior del país avale un ajuste de paritaria de este año, que había sido aceptada y en la que hubo una marcha atrás, los trabajadores resolvieron medidas casi a pedido de las prestatarias, ya que tiene lugar en el tercio del día de menor demanda de pasajes.
Las complicaciones no son menores para quienes utilizan el servicio público en horas de la noche, además de que la normalización, en las primeras horas de la mañana, demanda su tiempo.
Las respuestas oficiales, de parte de la Municipalidad capitalina, parecen terminar en multas y un intento de la Provincia de una frustrada convocatoria a conciliación obligatoria, con el gremio cordobés aún intervenido por la seccional central.
Se anunció que el paro en el actual formato se mantendrá hasta el miércoles si las empresas no dan el brazo a torcer y pagan el aumento paritario del 5,7% que rige desde septiembre.
La Secretaría de Trabajo de la Nación estableció una nueva reunión entre las partes recién para el próximo jueves 18 de octubre.
Las firmas que conforman Fatap aluden que no pueden hacer frente al pago salarial porque los diferentes poderes concedentes no tienen previsto un aumento de tarifas. Además consideraron que deberán reducir servicios y personal sino se fijan subas del boleto. Sin embargo, la quita de subsidios de la gestión central juega su papel entre líneas.