El Gobierno porteño autorizó este lunes 16 la reapertura de los casinos del Hipódromo de Palermo y el flotante de Puerto Madero con estrictos protocolos.
De modo sorpresivo, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires autorizó desde hoy la reapertura de las salas de los casinos del Hipódromo de Palermo y el flotante de Puerto Madero con estrictos protocolos para la prevención del coronavirus que incluyen la toma de la temperatura y la firma de una declaración jurada obligatoria para todos los apostadores.
Para poder ingresar a los casinos será obligatorio pasar por las alfombras sanitarias y habrá dispensadores de alcohol en gel de uso obligatorio, deberá usarse tapabocas y solo podrán permanecer en las salas las personas que estén apostando.
De acuerdo con las normas de bioseguridad impuesta por las autoridades porteñas, en las salas cerradas, solo se permitirá el 20% de jugadores y en las abiertas hasta 30%; en tanto no se permitirán los juegos de paño (ruleta, black jack, punto y banca y póker, entre otros)
Comunicado de Lotería de la Ciudad
La Lotería de la Ciudad -organismo con escasa y poco profesional comunicación-, emitió un comunicado en el que señaló: «En el marco de las reaperturas de las distintas actividades que se desarrollan en la Ciudad de Buenos Aires, Lotería de la Ciudad autorizó a partir del próximo lunes 16 de noviembre la reapertura limitada de las salas de juego Hipódromo Argentino de Palermo y Casino de Buenos Aires, en concordancia con los protocolos de higiene y seguridad establecidos por el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires». «Esta medida -agregó-constituye una tercera etapa de aperturas graduales del juego en la Ciudad, ya que en el mes de mayo se había autorizado la apertura de las agencias de quiniela y en agosto, la actividad hípica, siempre en estricto cumplimiento de los protocolos establecidos».
El protocolo
De acuerdo con las normas de bioseguridad destinadas a evitar la propagación de la pandemia de coronavirus, establecidas en el protocolo creado por la lotería porteña, a los jugadores se les pedirá que firmen una declaración jurada de que no están infectados, como requisito para poder ingresar.
Al ingresar, será obligatorio pisar las alfombras sanitarias dispuestas en estos accesos. En cada acceso a las salas de juego, existirá un punto de desinfección (dispensador con alcohol en gel) o bien, un asistente que mediante un atomizador desinfecte las manos de los clientes. No estará permitida la presencia de clientes en cualquiera de las salas de juego, que permanezcan sin jugar o público en general que no tengan intenciones de jugar.
En las salas de máquinas del Hipódromo, dice el protocolo, “las máquinas se desinfectarán de manera profunda una vez por turno”. Durante el resto del turno se efectuará un mantenimiento de higiene y desinfección periódico. Cuando un cliente termine de jugar, un Auxiliar de Mayordomía efectuará la desinfección del sector incluyendo las partes de contacto general de la máquina. Si algún cliente solicita desinfección en una máquina, se acercará un auxiliar, se le requerirá al cliente que se aparte de la máquina, se procederá a la higiene y desinfección del espacio y se informará al cliente que puede volver a disponer de su uso. Cuando un empleado tenga que acceder a una máquina y ante la presencia de un cliente, se le pedirá a este último que se retire 2 metros para lograr distancia social mientras el empleado trabaja en la máquina.
Otro dato es que en los juegos de paño, como la ruleta o el black Jack, los jugadores y el crupier tendrán que estar separados por un acrílico para evitar contacto directo entre ambos. En todo momento jugadores y personal del casino tendrán que usar barbijo o tapabocas. Tampoco se permitirá el ingreso de las personas que no apuesten dentro de la sala.