La revolucionaria técnica médica salvó la vida de millones de personas. El doctor Cesar Serra, alumno del doctor, lo recuerda
El 9 de mayo de 1967 en un hospital de Cleveland, Estados Unidos, el doctor René Favaloro implementaba por primera vez una técnica de su invención, el bypass coronario.
Este método salvó la vida de millones de personas en todo el mundo. El método consiste en realizar un atajo sobre una obstrucción utilizando venas o arterias del paciente. De esta manera la intervención permite irrigar con sangre el músculo cardíaco comprometido.
René Favaloro nació en La Plata el 12 de junio de 1923. Estudió medicina en la Universidad de La Plata. En 1962, viajó a Estados Unidos para estudiar en el Cleveland Clinic. Cinco años después, en el mismo centro médico, implementó la revolucionaria técnica del bypass.
En 1971, el médico de La Plata regresó a la Argentina. “Tuvo que escaparse de Estados Unidos y engañar a todos porque no lo querían dejar volver”, recuerda Cesar Serra, cardiólogo y estudiante de Favaloro.
Cuatro años después, el doctor y varios colegas fundaron la Fundación Favaloro, institución que permitió capacitar a cientos de médicos, realizar operaciones de alta complejidad e investigaciones en ciencias médicas.
La vida de René Favaloro terminó el 29 de junio del año 2000. Aquejado por la crisis económicas y la deuda que poseía la institución, el cardiólogo decidió pegarse un tiro en el corazón.
Serra recuerda a Favaloro desde su lado humano con una anécdota. Antes, a los médicos que recibieron instrucción en el exterior se los denominaba “maestros”. Serra siempre llamaba a Favaloro: “Maestro, maestro”. Un día él lo llamó como siempre: “Maestro, maestro”. A lo que el doctor Favaloro respondió con enojo: “Maestro, maestro las pelotas. Yo soy solamente un médico”. “Quedé paralizado porque no me esperaba eso“, rememora. Entre risas, Serra recordó qué le respondió a Favaloro: “Bueno, maestro”.
“Me dí cuenta que nadie le decía maestro y a él le gustaba que le dijesen maestro en el fondo. Porque es el Maestro, el hombre que enseñaba lo que sabía”, opinó Serra.