Una empleada del Cementerio San Vicente acusa la existencia de un mercado negro de restos humanos y negociados ilegales.
Una empleada de la Municipalidad de Córdoba presentó una denuncia penal contra una presunta asociación ilícita dedicada a comerciar con la cremación de los cadáveres, a robar efectos personales de los ataúdes y a vender huesos y cabellos humanos.
La denuncia asegura que empleados del Cementerio San Vicente conformaron hace varios años una organización delictiva con el aval de autoridades municipales.
«Toda la sociedad ha escuchado y todos hablan del comercio de huesos, de cráneos, de estructuras esqueléticas. Por primera vez llega a la Justicia la denuncia formal», señaló el abogado Carlos Nayi, representante de Clara Rosa Martín, quien se desempeña en el Cementerio y cumplió funciones en administración, crematorio y campo.
«Desaparición de cuerpos. Las familias entierran a sus seres queridos. Al día siguiente, esta gente extrae el cuerpo, se queda con los elementos de valor y finalmente comercializa el cabello y toda la osamenta. Este tipo de rapiña delictiva es realizado de manera cotidiana», manifestó el letrado.
Nayi denunció también que una de las prácticas que se llevan a cabo es simular las cremaciones y entregar los restos de diferentes cosas, desde cenizas de otros difuntos hasta basura o restos de animales.