La mujer fue asesinada de una puñalada en 2016. El único imputado, por femicidio, es su pareja, el chofer Walter Sánchez.
A la hora de hacer previsiones de los tiempos judiciales, se anticipa que sobre fines de esta semana podría concluir el juicio que indaga en el crimen de Natalia Padilla, ocurrido hace poco más de dos años.
Quien era madre de siete hijos recibió, en los primeros días del 12 de octubre de 2016 una puñalada en el corazón, mientras esperaba en cercanías a la punta de línea de la firma de transporte urbano Ersa, de barrio Artigas, a su pareja, Walter Sánchez.
El chofer de colectivo, detenido poco después del hecho, está hoy imputado por el agravante de femicidio, y se anticipa que se conocerá su condena en los próximos días.
La Cámara Séptima del Crimen de Córdoba, mediante jurados populares, analiza las declaraciones de estos días, intentando dilucidar la responsabilidad de Sánchez, quien niega haber participado en el hecho, pese a que el cuchillo homicida fue hallado en el predio de la empresa para la que se desempeñaba.